La nueva normativa va a cambiar el panorama de las compañías en cuanto a la regulación de la protección de los datos. Entre otras novedades, regula los anteriores y nuevos derechos de los interesados, como el derecho al olvido, derecho a la portabilidad de datos, derechos de rectificación y supresión, etc.
Al ampliar los derechos de los interesados a decidir cómo desean que sus datos sean tratados y cómo quieren recibir información de las empresas, existirá una necesidad de recabar su consentimiento de forma explícita e inequívoca.
Además, otras novedades que debemos tener en cuenta, es que el RGPD no diferencia entre empresas B2B y B2C y el Data Protection Officer (DPO) se convierte en una figura esencial, ya que será el encargado de asegurar el cumplimiento de la norma.